Aparte del miedo a lesionarse, lucir mal o perder, existe también el miedo a ganar, el cual puede ser más complejo pues casi nadie lo reconoce.
En el deporte, hay una toda una serie de miedos, a perder, a lesionarse, a quedar mal, etc., que persiguen y pueden incluso hasta atormentar al deportista, a esos miedos ya conocidos se suma otro, el miedo al triunfo. Si, aunque muchos no puedan creerlo, existe el miedo al éxito.
¿Por qué el miedo a ganar? Porque trae consigo toda una seria de cambios que muchas veces el deportista puede no estar dispuesto a sobrellevar. Estos cambios incluyen nuevas cargas, presiones y responsabilidades. El éxito trae también consigo cambios sociales, en el entorno, con los amigos, en las relaciones con las mujeres, incluso con la familia y entrenadores. El éxito implica un nuevo estatus, por lo tanto mayor responsabilidad y seriedad en el trabajo, lo que ocasiona incremento de estrés pare el atleta. La responsabilidad de volver a demostrar que es bueno o el mejor, teniendo a los demos tratando de vencerlo. Muchas veces es más fácil permanecer en el mismo nivel pare mantener la homeostasis (equilibrio) y quedarse en el lugar en que se encuentra pare sentirse cómodo considerando que es el lugar que le corresponde, por costumbre. Esto tiene su explicación en raíces inconscientes, aunque también puede darse por aspectos más conscientes.
El miedo a ganar es una situación compleja que se presenta una y otra vez en el deporte y en la vida. Freud ya hablaba de esto hace muchos arios en un artículo llamado «Los que fracasan al triunfar». Esta idea es discutida cuando se plantea, es resistida por el público en general, entrenadores y deportistas. Ellos dicen: ¿verán alguien puede tener miedo a ganar? ¡Tendrás miedo a perder, pero a ganar!»
Definición: Nikefobia (succes phobia) significa literalmente miedo a la victoria, fenómeno por el cual el atleta rinde más en entrenamiento que en la competición, falla sistemáticamente a los eventos deportivos más importantes y falla cuando este a panto de conseguir una victoria casi segura (Tamorri, 2004)
Esta definición nos indica que el deportista o equipos fallen en los momentos importantes de definición, en las situaciones que tienen que demostrar y dar lo mejor de sí, caen, se equivocan, pierden, no rinden adecuadamente o no dan la talla pare la situación.
Las personas en general, con algunas excepciones, les cuestan aceptar esta realidad, por eso se tratara de ahondar un poco en este tema que nos parece fascinante. La existencia del miedo al éxito se ha observado en el deporte mundial, pero específicamente en la realidad que nos ha tocado trabajar, es decir, la peruana. Esto sucede desde las etapas formativas, hasta los más altos niveles competitivos. Cuando es el momento de demostrar todo lo que se tiene, la hora de la verdad, cuando debe ser su momento, el deportista se derrumba. Desde nuestra óptica esto ya no tiene que ver solo con cuestiones personales, sino por la idiosincrasia misma del peruano a quien en general, más allá del ámbito deportivo, tiene miedo al éxito o le cuesta aceptarlo. Siempre observe lo de afuera con admiración, pensando que eso es inalcanzable, sobrevalora lo de afuera y subvalora lo de adentro, lo de su país. Hay problemas de autoestima y de identidad más profunda y arraigada en la sociedad en general, que van más allá del ámbito deportivo. El peruano comer’, en general, considera que otros pueden hacerlo pero el no, y esto inevitablemente se traslada al deporte. Este pensamiento este’ muy arraigado en la culture, sociedad, e inconsciente colectivo del país. En realidad hay un potencial muy rico en diversidad, razas y cultures, pero esto se ve como una debilidad cuando debería verse como una riqueza y potenciarse como una Fortaleza. Hasta que el peruano no cambie esa forma de pensar y se convence de sus capacidades no podrá desarrollar todo su potencial, y en esto se incluye al deporte.
El interés sobre este tema y su investigación nace justamente por situaciones observadas una y otra vez en deportistas y equipos. A continuación daremos algunos ejemplos:
- Un equipo de futbol juvenil en una serie de dinámicas grupales, en donde se trabajan los miedos, refieren una y otra vez tener la sombra de derrotas en campeonatos anteriores, refiriendo que tienen «miedo a perder». Ese miedo a perder que relatan es el miedo manifiesto, ese miedo manifiesto esconde un miedo latente que es justamente lo contrario, el miedo a ganar (se descubrió durante el trabajo). No quieren moverse del lugar en donde estar», se sienten «cómodos» perdiendo, por lo menos es más cómodo que luchar por la victoria. Es lo que ellos esperan, es lo que los demos esperan… entonces pare que cambiar.
- Un deportista individual profesional refiere que tiene miedo a perder, en realidad su miedo a perder, es lo contrario, el miedo que tiene de ganar porque traería toda una serie de cambios que no quiere asumir, como poner en riesgo la relación con la enamorada, alejarse de la familia, dejar la universidad, entre otros. Entonces, el mismo sabotea la victoria para quedarse donde este.
- En un equipo de futbol que no puede sostener una victoria de 3 goles de diferencia, regresan los fantasmas: «Para que ganar, que vendrá con ello, que cosas cambiaran. NO… mejor no… que estamos haciendo, mejor nos quedamos en donde estamos, que incertidumbre no saber que podrá venir o suceder. Mucha responsabilidad». Ese sería un diálogo interno de inconsciente a inconsciente entre los miembros de un equipo que son una colectividad, en el futbol hay muchos contagios en el equipo y el miedo también se contagia. No es fácil romper con una racha de derrotas, como en el caso del futbol peruano, porque esto implica desafiar la historia de los casi 25 años y las creencias mentales fuertemente arraigadas. Implica más profesionalismo, responsabilidad, esfuerzo y sacrificio. «No, mejor nos quedamos donde estamos… tranquilos». Muchas veces el costo de ganar y las consecuencias de la victoria pueden ser tan grandes para un equipo o persona que simplemente prefiere quedarse donde este, es un balance de costo-beneficio. Hay que recalcar que esto no es necesariamente consciente.
- Los deportistas que fracasan frecuentemente antes de llegar al éxito se caen sobre el final. “No estar» dispuestos a ser los mejores. Les va bien siendo buenos, pero ser el mejor trae muchos cambios, por este motivo muchos talentos son grandes promesas pero nunca llegan a ser realidades. Se ha observado situaciones de este tipo en deportes como el tenis, atletismo, tabla hawaiana (surf), futbol, vóley, básquet, golf, natación, atletismo, remo, judo, boxeo, jiu jitsu brasilero y artes marciales mixtas.
Miedo a perder: Si bien existe el miedo a perder, ya que trae la consecuente situación de tristeza, malestar psíquico y demos, es algo con lo que se aprende a vivir, hay incluso ganancias (ganancia secundaria). No es tan fácil lidiar con el éxito, esto trae muchas responsabilidades y consecuencias, que no todos estar» dispuestos a asumir. El miedo a perder, también existe, pero muchas veces se le confunde con lo contrario: el miedo a ganar. Clara que puede haber una situación real consciente de no querer perder o cometer un error, pero muchas veces en realidad esos miedos manifiestos esconden miedos latentes de no querer ganar. En estas situaciones hay que indagar e investigar pare descubrir que es lo que en realidad sucede con el deportista.
¿Por qué el miedo a ganar?
- Al campeen todos le quieren ganar: «Todos se lo quieren tumbar», contra el todos van a dar su máxima esfuerzo, dan un poco más, lo que implica una mayor presión sabré el. La frase popular «Fácil es llegar, lo difícil es mantenerse» indica que cuando se llega al éxito las responsabilidades crecen para lograr mantener el lugar alcanzado y esto implica un mayor esfuerzo que al conseguir el éxito por vez primera.
- Mayor expectativa: El ser campeen, trae consigo una mayor expectativa y mayor demanda de buenos resultados por parte de las demos personas en acontecimientos más complicadas y complejos. Pueden darse situaciones en las cuales la presión aumente y no se sepa manejar el nuevo status. No se tiene el tiempo adecuado para prepararse para los nuevos compromisos.
- Es más cómodo quedarse en el mismo sitio: Es más confortable quedarse donde se este, en la mediocridad, en el término medio, ya que esa inamovilidad brinda tranquilidad. Es lo conocido. Existe otro dicho popular pertinente aquí: «Más vale malo conocido que bueno por conocer». El deportista ya sabe lo que es perder, conoce sus sensaciones, lo que sucede, y mal que bien sabe cómo reaccionar y manejarlo. Por el contrario, un resultado positivo será diferente: «¿Qué hacer? ¿Cómo reaccionare? ¿Qué sentiré?… ¡Qué estrés! Mejor me quedo tranquilo donde estoy, así me va bien». En este dicho popular (muy conocido en el Perú] hay una directa referencia desde distintos ángulos al miedo a ganar, y esto esté en el inconsciente colectivo de las personas que conforman esa sociedad.
- Mayor dinero: El dinero trae consigo una serie de consecuencias, ser personas más buscadas por amigos, desconocidos, mujeres, gente interesada por lo que se tiene y no por lo que se es. En términos generales, ser un blanco de agresiones (robos, asaltos, secuestros, estafas, engaños, etc.).
- Mayores responsabilidades económicas: Asumir mayores gastos en el hogar, al incrementar los ingresos, por lo general, las personas comienzan a consumir más y esto inevitablemente cambia el estilo de vida. En considerables casos, deportistas que vienen de situaciones económicas de pocos recursos, como en deportes como el futbol o boxeo, tienen que hacerse cargo económicamente ya no solo de la familia nuclear, sino de la familia extensa e incluso tener que darle apoyo económico a los amigos y al barrio. Se sabe que es difícil decirle que no a los amigos, nunca se quiere quedar mal con ellos y menos con la familia, que pueden llegar a aprovecharse de esto.
- Gente interesada: Implica que gente se acercara como un amigo, pero en realidad habrá intereses de por medio. Al deportista exitoso le costara distinguir quien es su amigo y quien no, quien realmente la aprecia y tiene buenas intenciones. Gente menos afortunada se les acercara a pedirles y exigirles cosas, como dinero, préstamos o regalos.
- Nuevo status: El nuevo status se da a todo nivel: amical, social, familiar, de pareja, etc. Se pone en una situación asimétrica y vertical con relación a los otros. Por ejemplo: el futbolista que se convierte en el jefe de familia, porque viene de una situación de pocos recursos, de pronto se convierte en el proveedor y todos dentro del hogar comienzan a tratarlo distinto, se convierte en la vox de mando. Luego comienzan las exigencias económicas y las consecuentes presiones que esto trae consigo.
- El éxito es afrodisiaco: Esto implica que tendrán mayores tentaciones con el sexo opuesto, desestabilizando su homeostasis y equilibrio emocional. Puede hacer tambalear su relación de pareja (este casado o no) ocasionado que se le puedan «subir los humos» a la cabeza, que no pueda manejar las diversas situaciones que se le presentaran, sobre todo con tantos viajes, mujeres que los quieren por lo que representan o tienen y no por lo que son, o que quieren asegurarse un futuro económico o de un hijo no deseado. Todo esto desequilibrara al atleta, y se sabe que lo que necesita el deportista para rendir bien es justamente tranquilidad. La intranquilidad en la vida personal traerá un pobre desempeño en la vida deportiva. Un futbolista me decía: «Yo sé que soy feo, me miro al espejo y me veo feo, pero todas las chicas me dicen que soy lindo».
- Ego inflado: Es muy fácil caer en la tendencia de dejarse llevar por los halagos. El pecho se infla, junto con el ego. Para evitar esto la persona necesita compartirlas de mucha confianza y que se interesen en el como persona y no como producto de hacer dinero. Todos los deportistas tienen subidas y bajadas, mientras más arriba este el ego más dolorosa y difícil de manejar será la caída. El atleta debe saber que había momentos buenos y malos, por lo que sería recomendable que la humildad sea un aspecto constante en su vida, para combatir esto es importante el apoyo y equilibrio que brinde la familia.
- Menos tiempo con los seres queridos: El éxito puede traer consigo el alejamiento de los seres más queridos. Vivir en otro país o viajar constantemente a entrenar y/o competir. Por ejemplo, en el futbol se puede vivir en el exterior, en el tenis se tiene que viajar constantemente, irse a jugar a otro país, con otra cultura, otra realidad e incluso otro idioma.
- Diferentes hábitos de vida: Alejarse de los amigos, por tener un ritmo de vida diferente, un trabajo distinto, hábitos de sueño y alimenticios diferentes, trabajo fines de semana, etc. Es decir, dejar de lado un estilo de vida «normal» o convencional (socialmente hablando).
- Marketing y auspicios: Mayores compromisos con los medios, propagandas, declaraciones, entrevistas, fotos, etc. Esto traerá como consecuencia que no se pueda entrenar de la misma manera o que no pueda enfocarse adecuadamente. Mayores exigencias de la prensa, del público, así como mayores censuras y menor comprensión cuando se comentan errores tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.
- Fama: El ser asediado por los medios, el tener que estar siempre sonriente, atento a las demandas de otros, el ser la noticia constante, tener a los medios encima buscando la primicia, en el mejor de los casos, y en el peor, el escándalo.
- Soledad: La soledad del que este’ arriba, el éxito puede traer consigo mucha soledad, ya que
no hay otras personas con quien compartir esa experiencia ya que es algo raro y particular. - Envidia: El éxito inevitablemente genera envida en otros, lo que trae como consecuencia malos deseos hacia la persona y, obviamente, a nadie le gusta sentirse odiado, envidiado o que le deseen el mal.
- Vacío: Muchas veces al conseguirse una meta grande por la que se ha estado luchando buen tiempo la sensación no necesariamente es de felicidad sino de vacío. Se puede producir un sentimiento de tristeza, desorientación porque ya no se tiene el objetivo o la meta por la que se luchaba arduamente cada día, que lo estimulaba cada día a esforzarse cada vez mas, lo que en sí mismo ya era satisfactorio.
Beneficios del fracaso:
- Le ofrece al deportista quedarse donde este, sin mayores exabruptos y sobresaltos, brinda estabilidad.
- El lesionarse es una forma de escapar del éxito cuando todas las expectativas estar puestas en el deportista. Esta lesión se da por causas psicológicas y no físicas. Lesionándose se escape de tanta presión y expectativa y así no queda mal con nadie. Es la excusa perfecta y es real. Es igual que cuando el estrés se incrementa aumentan las probabilidades de que ocurran enfermedades (se debilita el sistema inmunológica De igual manera las lesiones tienen su origen en aspectos mentales, lesión real no psicológica, pero se origina por la mente, esto ya ha sido investigado. Es una excelente forma de escapar cuando el atleta siente que no le dejan salidas, ya lo hemos visto, no pocas veces.
- El perder, también, trae consigo ganancias, lo que se conoce como ganancia secundaria, darle gene a otros, recibir cariño, ternura, protección, cuidado y afecto, convertirse en el «pobrecito».
Por todo esto es que muchas veces el deportista gana más perdiendo que ganando, es como si hubieran dos fuerzas dentro de él, una que desea ganar y otra que quiere perder. Para mantenerse tranquilo resulta más fácil y cómodo quedarse donde se este’ en vez de ir en busca de algo nuevo. Buscar el éxito puede implicar mucho esfuerzo y sacrificio y el no conseguirlo y fracasar en el intento traería como consecuencia una pérdida emocional, dejar ir una pequeña parte de sí mismo que tal vez nunca se recupere, traería mucho dolor psíquico. Como consecuencia, pare que correr el riesgo, será mejor evitarlo.
Las fuerzas del inconsciente pueden jugarle una mala pasada al deportista, ya que conscientemente puede querer ganar pero las fuerzas internas más profundas sabotearan esos deseos consientes por el éxito, es hace justamente donde hoy en día consideramos que la psicología deportiva tiene mucho que aportar. Es de suma importancia pare combatir estas debilidades y permitirle al deportista dar todo de sí, sin temores que saboteen su rendimiento.
ft Hay que tomar en consideración que antes de plantear esta hipótesis hay que revisar y analizar otras posibles causas de malos resultados, no todo es miedo a ganar, como la estrategia, táctica, técnica, nivel del rival, unidad del grupo u otros aspectos psicológicas influyentes, entre otras. Nunca se debe caer en el error de psicológica todo y buscar respuestas solo en lo mental, de esto debemos ser conscientes los psicólogos del deporte y personas cercanas al mismo.
Referencias:
- Herrington, R. (2004). Film: BobbyJones.
- Freud, S. (1948). Obras completas II. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Nieri R., D. (2006). El Desarrollo de la Competitividad en el Ámbito Educativo.
http:/psicodeportes.com/articulos/Peru/Competitividad_Educa.html - Rolfe, M. (2006). Miedos y Presiones. http://www.psicodeportes.com/articulos/ROFFE/miedos_y_presiones.html
- Tamorri, S. (2004). Neurociencias y Deporte. Barcelona: Paidotribio.